La función principal de los hidratos de carbono consiste en almacenar energía en el cuerpo. Algunos hidratos de carbono, como los que se encuentran en el azúcar, se absorben rápidamente; en cambio, otros carbohidratos más complejos tardan más tiempo en descomponerse y proporcionan energía durante un período de tiempo más prolongado. Todos los alimentos que contienen hidratos de carbono (como, por ejemplo, el pan, los cereales, el arroz, la verdura que contiene almidón, la fruta, los jugos de furtas y muchos postres) aumentan los niveles de azúcar en sangre. Por ello, es importante controlar adecuadamente la ingesta de estos alimentos. Trate de comer cada tres horas durante el día (comidas y tentempiés). Un tentempié (con proteínas) a la hora de irse a dormir le ayudará a estabilizar la concentración de azúcar en sangre durante la noche.
Al ser diabético, es importante aprender a reconocer qué alimentos contienen hidratos de carbono y saber calcular las cantidades. De este modo, la cantidad total de hidratos de carbono que tome se adecuará a su medicación y a su nivel de actividad física. Es posible que su nutricionista le haya enseñado un sistema denominado recuento de los hidratos de carbono con el que controlar la ingesta de carbohidratos.
¿Debo evitar algún alimento?
Una fuente importante de hidratos de carbono de su dieta son los cereales y los productos elaborados a base de cereales, como el pan, los pasteles o el muesli. Si sus niveles de fósforo lo permiten, elija productos con más de un tipo de cereales (por ejemplo, trigo y centeno), ya que el alto contenido en fibra resulta muy saciante y su absorción es más lenta, estos alimentos aumentan la concentración de azúcar en sangre de forma más pausada. Tomar pequeñas cantidades de avena también es una posibilidad.
Lo mismo podemos decir de la verdura fresca, las legumbres, la pasta, la leche y algunas frutas. Todos estos alimentos tienen un «índice glucémico» más bajo; el índice glucémico indica la rapidez con la que los alimentos aumentan la concentración de azúcar en sangre. Recuerde, no obstante, que algunas frutas dulces como las uvas tienen un índice glucémico bastante alto.
Si bien antiguamente el azúcar (sacarosa) suponía un tabú para los diabéticos, en la actualidad una pequeña cantidad de azúcar «envasada» en forma de, por ejemplo, bombón de chocolate puede permitirse como capricho ocasional. No obstante, las bebidas azucaradas y los alimentos con un alto contenido en azúcares deben evitarse por todos los medios, dado que el azúcar que contienen se absorbe rápidamente y puede provocar un aumento brusco de los niveles de azúcar en sangre.