Cada turno de tratamientos es supervisado por un médico (excepto en el caso de una unidad de Cuidados Limitados (LCU), y un enfermero renal es asignado para realizar los tratamientos de diálisis hasta 4 o 6 pacientes, dependiendo del nivel de asistencia requerido en la legislación local. Los enfermeros renales son asistidos por ayudantes de enfermería, dependiendo también de los requerimientos del país.
De acuerdo al tamaño y localización del centro de diálisis, puede también contar con personal administrativo adicional y soporte técnico.